A continuación voy a hablar de la Ruta Quetzal, un proyecto bastante conocido pero que muchos no sepan realmente de qué trata, a quiénes afecta o lo que supone para sus participantes. Mi curiosidad ha querido que hoy, tras verlo en televisión, recordara esta aventura juvenil internacional y me impulsara a conocer más sobre ella.
En 1979 y por sugerencia de S.M. el Rey de España, Miguel de la Quadra-Salcedo

Pero sobre todo Ruta Quetzal BBVA es una experiencia formativa en la que los participantes además de ampliar sus conocimientos, desarrollan un espíritu de cooperación internacional, con el fin de crear una nueva y más real escala de valores, que va más allá de la riqueza y la pobreza. A través de un riguroso proceso de selección, los expedicionarios son elegidos entre los mejores estudiantes de cada país. En España, los participantes deben cumplir una serie requisitos, que se agrupan en las Bases de Participación del concurso que se presenta anualmente. En el resto de países, son los Ministerios de Educación de cada uno de ellos y las Embajadas españolas, a través de sus Consejerías Culturales y de Educación, los que desarrollan las actuaciones correspondientes en la gestión y elección de los seleccionados.

Esta aventura, patrocinada (entre otros) por el banco BBVA y la marca Panama Jack, fue creada en 1979 a petición del rey Don Juan Carlos I de España. En la actualidad es un programa perteneciente a la SEGIB (Secretaria General Iberoamericana) y está declarado de interés nacional por más de 30 países.
A lo largo de sus 30 años de vida (24 ediciones), la Ruta Quetzal ha conseguido unir a más de 8.000 jóvenes de entre 16 y 17 años y mostrarles las maravillas de la cultura y las civilizaciones iberoamericanas, así como sus aspectos comunes y sus contrastes con España. La Ruta ha recorrido más de 20 países, entre los que se encuentran Bolivia, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú o Portugal. En la edición 2009, La Ruta recorrerá Chile, aunque cabe aclarar que iba a ser Colombia, pero por faltas de garantías según expreso su director no fue escogido.
Para participar en Ruta Quetzal BBVA deben de cumplirse unos requisitos mínimos que son: nivel medio de español hablado y escrito, cumplir 16 o 17 años durante el año de expedición. En el caso de los candidatos españoles deben de realizar un proyecto histórico, plástico, literario o musical que es valorado por un jurado de la Universidad Complutense de Madrid y tienen que someterse a una serie de entrevistas. Los futuros ruteros son elegidos entre varios miles de candidatos. En el caso de los candidatos extranjeros, su proceso de selección es mediante las embajadas, consulados y delegaciones españolas en sus países de origen. Son éstas las que mediante trabajos, notas escolares, méritos, proyectos y entrevistas eligen a sus representantes.
Los ruteros tienen inquietudes culturales, históricas, deportivas y de intercambio humano-cultural. Estos viven experiencias y anécdotas que les marcaran de por vida, pasando a ser la Ruta Quetzal BBVA una experiencia formativa radical en su proceso de maduración. Tal y como declara Miguel de la Quadra-Salcedo, director, fundador y creador de este programa a petición del Rey: "los chicos salen de sus casas siendo niños de 16 y 17 años y vuelven como verdaderos hombres que pasarán a ser el futuro más radical en sus países, dirigiendo empresas, como líderes de sus comunidades indígenas, investigadores, etc".
Tras la expedición los becarios, ruteros, se organizan en asociaciones de expedicionarios, lo que les permite organizar encuentros.

Muchos países cuentan con una asociación legalmente constituida, y anualmente los antiguos expedicionarios realizan congresos y encuentros en donde se debaten temas de actualidad que afectan a la Comunidad Iberoamericana. En estas reuniones se dan cita antiguos alumnos de este programa cultural y en ellas se pueden encontrar desde diplomáticos hasta indígenas líderes de sus comunidades, como es el caso de México, Guatemala, Colombia, Perú, etc.
P.D.: De haberme enterado cuando tuviese 16 o 17 años seguramente habría intentado participar en este proyecto, aunque muy posiblemente entonces no tendría a curiosidad tan elevada como la tengo ahora. Me tendré que conformar con ver la expedición de 2008 por La 2. ¿Conocíais este proyecto tan ambicioso? ¿Os resulta interesante? ¿Os hubiera gustado participar?
Hasta pronto corazones.
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