miércoles, 20 de agosto de 2008

Construye un puente.

¡Hola corazones!

Como en menos de 10 días comienzo los exámenes, y como ya pasó a finales de enero, tengo que dejar momentáneamente de actualizar este blog más allá de "La imagen de los jueves", que ya sabéis que no falla nunca.

Así como durante mis vacaciones sí pude seguir actualizando gracias a la tecnología de Blogger y por tener tiempo libre de sobra, esta vez prefiero reservarme el derecho a publicar más que lo esencial y básico, por lo que aviso de mi actividad a partir de ahora. He querido que sea con este texto mi "hasta luego", para formar literariamente un puente hasta mediados de septiembre, cuando vuelva con mayor tranquilidad y nuevas ideas a escribir.
Os dejo con el texto obtenido de una entrada del blog "No discrimine":


No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Era el primero de seriedad que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo entre ellos hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Sí", dijo el mayor de los hermanos, "Tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y el tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más." El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho." El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. ¡No había ninguna cerca de dos metros! En su lugar había un puente -¡un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!- Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "¡Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!". Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor. "Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti". "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir". La verdadera reconciliación pasa por encima de los malentendidos, el rencor y el propio egoísmo. Muchas veces, las diferencias entre personas de diversa nacionalidad surge de éstos.


P.D.: Ni los Juegos Olímpicos, ni la tragedia de la T-4 en el aeropuerto de Madrid ni nada ya podré comentar porque espero estar completamente ausente hasta la fecha antes escrita. ¿Qué os ha parecido el texto? ¿Acaso "los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes", como bien dijo Isaac Newton? ¿Habríais obrado de igual manera de ser vosotros el carpintero?

Hasta pronto corazones.

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