Cambio de estaciones.

¡Hola corazones!

La anteriormente tan esperada y temida noche de San Juan está muy próxima, y ello implica que de nuevo se debe cambiar de estación. Así ha sido desde hace cientos de años, cuando se quiso dividir el tiempo en años, y éstos en 4 temporadas en función del ambiente general que ello implicaba.

Ayer me sorprendí de nuevo mientras veía "El tiempo" en Aragón Televisión. Este espacio en el que se predice el tiempo meteorológico de los próximos días es uno de los mejores que, en mi opinión, hay actualmente, pues además de decirte lo que todos te dicen te dan información complementaria muy útil para entenderlo y en muchas ocasiones muy curiosa y de una manera muy amena y entretenida. Es por eso que me gusta "El tiempo" de mi cadena autonómica.

A raíz de esta información secundaria vengo a escribir aquí, puesto que de paso quería escribir ya el funcionamiento y el origen de estas delimitaciones. En general, se habla de cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno; aunque hay zonas de la Tierra donde sólo existen dos, la húmeda y la seca, como es el caso de las zonas monzónicas.
Las variaciones climáticas que sufre la Tierra hacen dividir el año en cuatro períodos, siendo estas variaciones en el clima más acusadas en las zonas frías y templadas, y más suaves o imperceptibles entre los trópicos. Primavera y verano componen el medio año en que los días duran más que las noches, mientras que en otoño e invierno las noches son más largas que los días. Las variaciones se deben a la inclinación del eje terrestre. Por tanto, no se producen al mismo tiempo en el hemisferio Norte (Boreal) que en el hemisferio Sur (Austral), sino que están invertidos el uno con relación al otro.
Las cuatro estaciones están determinadas por cuatro posiciones principales en la órbita terrestre, opuestas dos a dos, que reciben el nombre de solsticios y equinoccios. Solsticio de invierno, equinoccio de primavera, solsticio de verano y equinoccio de otoño. En los equinoccios, el eje de rotación de la Tierra es perpendicular a los rayos del Sol, que caen verticalmente sobre el ecuador. En los solsticios, el eje se encuentra inclinado 23,5º, por lo que los rayos solares caen verticalmente sobre el trópico de Cáncer (verano en el hemisferio norte) o de Capricornio (verano en el hemisferio sur). A causa de la excentricidad de la órbita terrestre, las estaciones no tienen la misma duración, ya que la Tierra recorre su trayectoria con velocidad variable: va más deprisa cuanto más cerca está del Sol y más despacio cuanto más alejada.
Por esto, el rigor de cada estación no es el mismo para ambos hemisferios. Nuestro planeta está más cerca del Sol a principios de enero (perihelio) que a principios de julio (afelio), lo que hace que reciba un 7% más de calor en el primer mes del año que no a la mitad de él. Por este motivo, en conjunto, además de otros factores, el invierno boreal es menos frío que el austral, y el verano austral es más caluroso que el boreal.
Las perturbaciones que experimenta la Tierra mientras gira en torno al Sol, no pasa por los solsticios y equinoccios con exactitud, motivan que las diferentes estaciones no comiencen siempre en el mismo preciso momento.


P.D.: Información encontrada en este artículo de Astromía, gracias a la cual he podido saciar un poco más mi curiosidad. Espero que esta entrada y su título sean suficientes para hacer relevantes el cambio de cabecera del blog. ¿Conocías estos hechos? ¿Os ha resultado interesante conocerlos? ¿Qué opináis del hecho de tener que dividir en 4 estaciones el año?

Hasta pronto corazones.